jueves, 29 de diciembre de 2022

¿Los ChatBots nos van a hacer más tontos?

Los ChatBots pueden afectar negativamente al pensamiento crítico humano al proporcionar respuestas preprogramadas e inmediatas a preguntas complejas. Esto puede limitar la capacidad de las personas para pensar en profundidad sobre un tema, ya que no tienen que hacer ningún esfuerzo para llegar a una conclusión. Además, los ChatBots a menudo no pueden captar el contexto de una conversación y, por lo tanto, pueden proporcionar respuestas poco útiles o incluso incorrectas. Esto puede llevar a personas a asumir que estas respuestas son correctas, lo que puede limitar su capacidad para evaluar críticamente información y situaciones.

Esta pequeña introducción relativa a una de las implicaciones que puede tener la escritura automática por Inteligencia Artificial (IA) o ChatBots sobre el pensamiento crítico humano, no es mía, sino que es la respuesta que me ha ofrecido al respecto y en milésimas de segundo la ya famosa IA chatGPT (1) desarrollada por la empresa OpenAI (un sistema de chat basado en el modelo de procesamiento de lenguaje natural por IA de generación GPT-3), en un pequeño ejercicio de pruebas que he realizado con esta plataforma y que bien nos puede servir a modo de entrada para la presente reflexión. Una disertación ésta, cabe puntualizar, que no deseo basarla ni en los diferentes tipos de ChatBots existentes en el Mercado, ni en sus impresionantes competencias de dar respuestas tan acertadas como completas sobre cualquier tema aun complejo mediante una expresión “humana” por natural, ni en su disruptiva capacidad de obtener textos automáticos bastante bien desarrollados y de extensión ilimitada a voluntad de cada cual que, cabe destacar, se obtienen con una velocidad superior a la que cualquier persona puede tardar en abrir un buscador de internet o un libro para indagar sobre los conceptos que quiere desarrollar. Ciertamente, todo un sueño hecho realidad para estudiantes vagos, mercenarios de la escritura, y blogueros deshonestos por plagiadores, entre otros ciber piratas que hacen trata informativa para explotación particular del conocimiento. Sino que mi intención reflexiva en este caso es más filosófica, centrando el presente artículo sobre el eje vertebrador de una pregunta nada nimia por trascendental a mi parecer: ¿Los ChatBots nos van a hacer más tontos?.

Para dar respuesta a la pregunta substancial que nos ocupa, utilizaremos como método hermenéutico válido el análisis comparativo de las posibilidades generativas de conocimiento de los ChatBots versus las cualidades principales que configuran el concepto estándar que tenemos de una persona inteligente, que no son otros que aquellos que denotan una normalidad o superávit de inteligencia racional (descartando en este punto de manera intencionada la inteligencia emocional), y que podemos sintetizarlos en: capacidad de Pensar, capacidad de Pensamiento Crítico, y capacidad de Pensamiento Creativo. Así pues, ¿cómo puede afectar los ChatBots a estos tres rasgos rectores de la inteligencia racional humana?. Veamos:

1.-ChatBots versus capacidad de Pensar

En primera instancia, y para entrar en materia sin rodeos, debemos entender que el proceso cognitivo del Pensar humano requiere de tres fases bien definidas: una primera fase de recopilación de información (mediante acciones de observación, descripción y comparación), una segunda fase de reflexión (mediante la acción del análisis), y una tercera fase de conclusión (mediante una acción de síntesis de la información objeto de nuestro acto de Pensar) (2). Tres fases cognitivas que los ChatBots, como bien sabemos, realizan automáticamente y en milésimas de segundos por las personas. Ergo, podemos ya a aventurarnos a afirmar sin rubor alguno en este punto inicial del desarrollo argumental que, en un mundo inmerso en la era digital y más específicamente en la era robótica, los ChatBots pueden llegar a suplir la capacidad de Pensar de las personas comunes en una clara substitución de la capacidad cognitiva humana por otra de naturaleza artificial en el uso de la vida cotidiana de los individuos.

No olvidemos que la naturaleza evolutiva del ser humano se fundamenta sobre la observancia de una ley universal para nuestra especie como es la del mínimo esfuerzo. Un rasgo inherente a la neurobiología humana, que llevamos de serie genéticamente, con el que buscamos el equilibrio existencial personal y social mediante el Principio de Energía Mínima. Que, sea dicho de paso, es esencialmente la segunda Ley de la Termodinámica que, por tratarse por antonomasia la ciencia de la energía, es extensible a cualquier sistema biológico.  Pues física y biología son dos caras de una misma moneda. Una ley general de uso común práctico en nuestras vidas cotidianas que nos revela que para un sistema cerrado, con parámetros externos constantes y entropía, la energía interna disminuirá y su valor será cercano al mínimo en el equilibrio. Siendo aquí el sistema cerrado nuestro entorno de conocimiento digitalizado, la entropía que mide el grado de organización del sistema en equilibrio los ChatBots (que gestionan dicho conocimiento), y la energía interna mínima nuestro bajo esfuerzo cognitivo humano en el acto de Pensar. O, dicho en otras palabras, en un futurible mundo normalizado en el uso generalizado de ChatBots, el hombre dejará de Pensar a voluntad por pura comodidad de un pensamiento fácilmente dado y consumible a demanda mediante un solo clic. 

2.-ChatBots versus Pensamiento Crítico

No obstante, habrá tanto ilusos como feligreses acérrimos de los ChatBots que, obviando la naturaleza humana del mínimo esfuerzo, defiendan que la inmersión de la sociedad digital en el uso normalizado de la generación de contenidos automáticos puede ser una herramienta útil para el desarrollo de la capacidad cognitiva del pensamiento humano. Pues la variedad y profundidad de enfoques que los ChatBots pueden ofrecer, en su vasta facultad de gestionar mega datos de contenidos varios, permitirá a las personas el evaluar la información y los argumentos desde nuevas perspectivas, e inclusive a desarrollar nuevas habilidades en lo que a resolución de problemas se refiere. Es decir, que los ChatBots promoverán el Pensamiento Crítico en las nuevas generaciones. Nada más alejado de la realidad, por incongruente. Pues justamente el Pensamiento Crítico se fundamenta en el análisis y la evaluación de la consistencia de los razonamientos, los cuales sobrevienen cualitativamente desde las fases de reflexión y conclusión del proceso mental de Pensar, que a su vez están determinadas en origen por la fase previa de identificación y recopilación de la información como materia objeto del acto de Pensar.

Es por ello que, en un escenario estadísticamente probable donde la capacidad cognitiva del Pensar humano pueda ser substituido por el uso generalizado de un pensar artificial o ChatBot, la proposición de un Pensamiento Crítico humano desarrollado a partir de la ausencia de un proceso pensativo previo queda invalidada por ser un reductio ad absurdum. Pues lo contrario es afirmar que aún sin la acción proactiva de Pensar sobre un tema, puede manifestarse un Pensamiento Crítico sobre el mismo. O que el Pensamiento Crítico, como razonamiento lógico-crítico, puede existir como razonamiento aun despojándola de la Lógica procesal de la que parte. Dando por hecho, por otra parte en un summum de delirio sociológico, que como norma y hábito conductual general las personas repensarán las conclusiones que les ofrezca un ChatBot sobre cualquier tema, contradiciendo asimismo la constante del Principio de Energía Mínima o esfuerzo mínimo que caracteriza a la condición humana.

3.-ChatBots versus Pensamiento Creativo

Bajo esta línea argumental, tampoco se puede aseverar sobre el desarrollo del Pensamiento Creativo desde un contexto de inmersión sociológica por parte de los ChatBots, ya que todo proceso mental creativo parte indivisiblemente de un Pensamiento Crítico previo. Si entendemos que el Pensamiento Creativo consiste en desarrollar nuevas ideas y conceptos, Pensar de una manera distinta a la establecida para resolver viejos o nuevos problemas emergentes, reinventando o redefiniendo la relación preexistente de pensamientos instaurados -lo que popularmente se conoce como Pensar fuera de la caja-, entenderemos asimismo que el Pensamiento Creativo no es más que una derivación superlativa del Pensamiento Crítico. Es decir, no existe Pensamiento Creativo sin análisis y evaluación de la consistencia de los razonamientos propios del Pensamiento Crítico, ni éste sin los elementos nucleares del proceso cognitivo lógico-racional al que llamamos Pensar. Pues Pensar creativamente sin un razonamiento crítico no es crear, y sin intervención mediante de la Lógica no es Pensar (entendiendo aquí la Lógica como la facultad racional que permite extraer conclusiones a problemas planteados, mediante la observancia de conexiones de ideas y conceptos causales necesarios entre los mismos). Por lo que llegados a este punto se puede deducir, suma y sigue de los argumentos expuestos, que no hay evidencia alguna de beneficios sociales que puedan vislumbrase por parte de los ChatBots en calidad de precursores potenciales para el Pensamiento Creativo humano, sino todo lo contrario.

Conclusión

A la luz de la breve exposición argumental comparativa podemos concluir que, en un escenario altamente probable de inminente consumo masivo de Chatbots -que dará inicio a un nuevo tiempo de gestión del conocimiento humano en plena era robótica, y más aún con la próxima llegada del GPT-4 de OpenAI (5) que se prevé tenga una potencia 500 veces mayor que su versión actual, y en plena carrera competitiva con Google (6) que en breve lanzará al Mercado nuevas herramientas similares para no quedarse desplazado-, los efectos sociológicos secundarios de dicho efecto disruptivo acarrearán presumiblemente una devaluación de la capacidad de Pensar del hombre medio, y con ello una degradación aún mayor de las facultades cognitivas colectivas en materia tanto de Pensamiento Crítico como de Pensamiento Creativo. Por lo que la respuesta a la pregunta central objeto de la presente reflexión es diáfana: los ChatBots, sin lugar a dudas, nos van a hacer más tontos en términos generales. Y, por favor, no caigamos en el eufemismo para autoengaño colectivo de creernos que no es que vayamos a ser más tontos, sino que estamos cambiando el modelo de inteligencia. Pues no hay más tonto que aquel que no quiere ver o aquel que se elude autocomplacido de la realidad. Ya que no hay inteligencia sin capacidad de razonamiento, ni éste sin actividad mental derivada del proceso inherente a la facultad de Pensar. Y sin capacidad de Pensar, que es la piedra angular del Pensamiento Crítico y Creativo, no puede haber inteligencia (3). Que no nos lleven a engaño.

Ciertamente, negar la certeza de la inminente normalización de un uso sociabilizado de los ChatBots es semejante a negar la entrada de la próxima estación del año. Una llegada anunciada, por el avance tecnológico a la par que por nuestra ya más que demostrada tendencia conductual condescendiente en el uso de herramientas digitales, que augura un horizonte plausible de un consumo masivo de conocimiento paquetizado de la mano de los ChatBots, lo que en un sistema referencial cerrado como es el mundo digital puede llegar a traducirse en un peligro potencial de una imposición paulatina en materia de pensamiento único. Conscientes que, con independencia de que todo pensamiento único conlleva inherentemente un totalitarismo moral -cuyo tema no es menor por ser contrario a la Ética-, el fin último del pensamiento único no es otro que el de controlar la mente colectiva mediante la transmutación generacional de sujetos activos a pasivos intelectualmente, haciendo que las personas no tengan ya capacidad para Pensar sino solo para creer (4) justamente aquel conocimiento dogmatizado desde los ChatBots. He aquí los grandes riesgos de la escritura automática elevada a categoría de conocimiento por IA.

Ante esta realidad que se avecina, la pregunta ya no es si los ChatBots nos pueden volver tontos como individuos, sino ¿qué vamos a hacer para afrontar esta profecía de pronto autocumplimiento?. Como primera medida, no resultaría nada descabellado, por el bien de la salubridad cognitiva colectiva, regular críticamente desde los poderes públicos los usos y aplicaciones de los ChatBots. Pues, como reza el refrán, más vale prevenir que curar, y más cuando este es un tema propio de Estado por su trascendencia social. Aunque mucho me temo que ni poderes políticos ni económicos tienen interés alguno en que los ciudadanos-consumidores nos salvemos del proceso de zombificación que se nos viene encima. Para esto, gobernantes y señores del Mercado son expertos en hacerse los tontos.

 

Referencias

(1)    ChatGPT 

(2)    ¿Hemos desaprendido a pensar?. Blog, 2016 

(3)    ¿Qué es la Inteligencia? ¿Soy una persona inteligente?. Blog, 2021 

(4)    El hombre contemporáneo no piensa, sólo cree. Blog, 2021 

(5)    GPT 4 de Open AI podría admitir hasta 1 billón de parámetros, será más grande que ChatGPT 3. The Indian Express, 2022 

(6)    La popularidad de ChatGPT provoca un código rojo en Google y ya todos trabajan en una nueva herramienta IA. Computerhoy, 2022