Cuando nos referimos a la
distopía, rápidamente nuestra mente viaja por el recuerdo de
novelas y películas de ciencia ficción en la que se muestran
sociedades ficticias indeseables en sí mismas, ya que la distopía
no es más que una expectativa de un futuro utópico que ha salido
tan mal que ha acabado convirtiéndose en su propio antagonismo.
Entre las novelas distópicas más conocidas popularmente encontramos
“1984” del británico George Orwell, “Un mundo feliz” del
británico Aldous Hukley, “Fahrenheit 451” del estadounidense Ray
Bradbury, o “Ensayo sobre la ceguera” del portugués y premio
nobel de literatura José Saramago. Mientras que entre las películas
distópicas más emblemáticas destacan tantas que tenemos todo un
abanico de ofertas dónde elegir: “Metrópolis”, “Doce Monos”,
“Akira”, “Matrix”, “Yo Robot”, “Dark City” “Minority
Report”, “El libro de Eli”, “La naranja mecánica”, “El
planeta de los simios”, “Blade runner”, “In Time”, “El
último hombre sobra la Tierra (Soy leyenda)”, “Ex machina”,
“Divergente”, “Los Juegos del Hambre”, “La Isla”, entre
muchas otras. Por lo que siempre que tratamos la distopía, la psiqué
humana se escuda en el autoconvencimiento de que se trata de una
realidad inexistente propia del género de la ciencia ficción. Pero,
¿y si realmente viviéramos en una sociedad distópica?.
Para salir de dudas, nada
mejor que un pequeño cuestionario a modo de test de 10 preguntas
sobre la realidad social contemporánea, tomando como base reflexiva
los grandes temas de preocupación del hombre contemporáneo.
¿Comenzamos?:
1.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde el hombre gestiona los recursos naturales de manera
sostenible, o vivimos en un mundo distópico en el que el hombre
explota los recursos naturales hasta su posible agotamiento?
2.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde la vida de todo ser humano está salvaguardada bajo la
protección inviolable del valor al respeto de la diversidad social,
cultural y religiosa, o vivimos en un mundo distópico en el que
existen seres humanos cuyo valor de la vida no vale nada?
3.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde impera la paz como bien común supremo, o vivimos en
un mundo distópico en el que existe la guerra como medio para el
beneficio partidista y/o particular?
4.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde el bienestar social es un estado compartido por todos
los seres humanos, o vivimos en un mundo distópico en el que
existen millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza?
5.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde el trabajo es un derecho inalienable para el
desarrollo digno de todo ser humano, o vivimos en un mundo distópico
en el que o bien no hay trabajo para todos, o bien existen trabajos
que no aseguran la subsistencia material de millones de personas?
6.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde las personas tienen valor social por lo que son, o
vivimos en un mundo distópico en el que las personas tienen valor
social por lo que tienen?
7.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde el libre conocimiento está al alcance de todos los
seres humanos del planeta para su desarrollo personal y social, o
vivimos en un mundo distópico en el que el acceso al conocimiento es
un privilegio?
8.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde los seres humanos deciden las políticas sociales y
económicas del mundo mediante la elección democrática de sus
gestores públicos vía sufragio universal, o vivimos en un mundo
distópico en el que el poder de unos pocos poderosos no electos
gobierna por encima incluso de los gobiernos legítimos de los países
democráticos?
9.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde el ser humano tiene libre albedrío mediante el
ejercicio de su libertad de pensamiento crítico, o vivimos en un
mundo distópico en el que el ser humano tiene subyugados tanto su
pensamiento como su acción mediante instrumentos de control
psicoemocional masivos?
10.-¿Vivimos en un mundo
utópico donde los robots ayudan a mejorar el nivel de calidad de
vida de los seres humanos, o vivimos en un mundo distópico en el que
los robots desplazan al ser humano de la vida productiva
impidiéndoles el acceso a una economía doméstica personal que
asegure un estado mínimo de confort social?
Un pequeño test de diez
preguntas, entre otras muchas que podríamos añadir, cuyo resultado
es incuestionable por abrumador: el ser humano contemporáneo vive en
una realidad distópica. Otra cosa bien diferente, como reza el sabio
refranero popular, es que no hay más ciego que el que no quiere ver.
De lo que se deduce que las carteleras distópicas de cine de ciencia
ficción, que tantos ingresos recaudan en sus estrenos, no son más
que caricaturas exageradas (por deformación en exceso de los rasgos
característicos) de la propia realidad. Es por ello que, justamente,
novelas y películas distópicas, aunque se encuadren argumentalmente
en futurables inexistentes, resuenan con fuerza en el seno
intelecto-emocional del espectador. En este sentido, podríamos
incluso aludir al hecho que dicho género artístico, ya sea plasmado
en novela o en rollo de película fotográfica, cumple las mismas
funciones de catarsis de las antiguas tragedias griegas, aunque en
éste caso se trata de filosofía social.
A modo de conclusión de
este pequeño ejercicio reflexivo, podemos decir que si bien el ser
humano anhela la utopía (que no es más que la búsqueda de los
valores universales arquetípicos), su naturaleza es profundamente
distópica, por lo que distópica es la realidad humana que crea como
medio de desarrollo personal y social. Ergo, solo transformaremos la
realidad distópica humana en utópica mediante la transmutación de
la propia naturaleza del ser humano. Una tarea que se presenta, a día
de hoy, a todas luces utópica per ipsum.
Nota: Este y otros artículos de reflexión se pueden encontrar recopilados en el glosario de términos del Vademécum del ser humano