Ayer hacía un caluroso
día primaveral, me decía para mi mismo mientras el sol del mediodía
entraba por la ventana del tren al paso de un paisaje costero y
mediterráneo. Nada resultaba extraño, salvo que ayer era pleno
otoño y que el Parlamento de Cataluña estaba proclamando la
independencia del resto de España como un Estado soberano propio
más. Sentimientos de congoja, desazón y zozobra a parte -no lo voy
a negar-, me resulta curioso el observar el nivel de enajenación
colectiva al que se ha llegado hasta el punto de generar una crisis
política de dimensiones históricas, materia digna para esta pequeña
reflexión.
La enajenación no es más
que la pérdida, transitoria o permanente, de la Razón. Y como ya he
desarrollado en artículos anteriores, de los tres principios
fundamentales de la Lógica que caracterizan La Razón, el principal
(del que se derivan los otros dos) es el Principio de No
Contradicción, del que a su vez se desprende el Principio de
Realidad. Así pues, la enajenación, ya sea individual o colectiva,
podemos definirla como una patología mental de la idealización de
un concepto, un sujeto o una situación. Por lo que toda enajenación
solo es perceptible por un observador externo, en tanto que la
persona individual o colectiva enajenada en su pensamiento desconoce
su estado de enajenación.
De hecho, la enajenación
-que propiamente es una terminología de origen jurídico-, en
Filosofía se desarrolla bajo el concepto de la alienación y es
sinónimo de enfermedad mental para pensadores de la talla de
Foucault (filósofo y teórico social francés), caracterización que
encuentra sus primeras referencias en el Contrato Social de Rousseau
como consecuencia de las contradicciones sociales (aunque este es
otro tema). Reflexión que posteriormente desarrollan otros
pensadores.
Características de la
Alienación Social
Enajenaciones
individuales a parte, lo que personalmente me interesa es el proceso
y estado de la alienación social que vivimos en estos días
políticamente convulsos en Cataluña. Sin intención de escribir
ningún tratado, considero que el proceso de la alineación social se
produce por dos factores básicos bien definidos:
1.-La falta de
pensamiento crítico-reflexivo por parte de la ciudadanía, la cual
es proclive a consumir pensamientos paquetizados por terceros, y con
mayor predisposición si cabe si éstos conllevan una alta carga
emocional (aunque sean contrarios a la Razón). Puesto que nos
encontramos en una sociedad de consumo y de confort, y los
pensamientos de otros también los consumimos haciéndolos como
propios desde la comodidad que representa no tener que hacer el
esfuerzo de pensar por nosotros mismos.
Y, 2.-La voluntad de una
fuerza alienante ajena, que siempre se impone desde una posición de
poder (con mayor o menor manipulación o adoctrinamiento, ya sea
express o a fuego lento), de controlar y dirigir la mente colectiva.
Dos factores que en
perfecta combinación letal (para el libre albedrío individual)
provocan un estado de alienación social definido por las siguientes
características sociológicas;
1.-La persona está
inmersa en un sistema de pensamiento colectivo que le impide pensar
libremente con plenas facultades lógico-críticas.
2.-La persona integra un
discurso ajeno que piensa por él, decide por él, define y da
sentido a su propia identidad del yo más íntimo en una reafirmación
personal dentro de un colectivo, y le impone sus ideales y
consecuente escala de valores sociales en nombre de una “buena
causa”.
3.-La persona atribuye a
la fuerza alienante el poder de dirimir la Verdad sobre la “buena
causa” y a establecer la lectura “correcta” de los
acontecimientos que se desarrollan en la realidad, por lo que la
persona reniega de cualquier interpretación personal de la realidad
a favor del “buen discernimiento” de la fuerza alienante. Es
decir, la persona evita pensar en la realidad, atribuyendo el valor
de la certeza de la misma al relato de la fuerza alienadora.
Diferentes personas
tipo enajenadas en estado de Alienación Social
Pero dentro del estado de
alienación social, dependiendo del grado de enajenación personal,
encontramos diferentes perfiles de personas en un simple análisis de
observación del efecto secesionista:
1.-Personas Alienantes
Son aquellas que ostentan
la fuerza alienadora y que conscientemente buscan la captación de
personas alienadas para el buen desarrollo de su causa, con
independencia que a su vez cumplan alguno de los requisitos del resto
de personas tipo enajenadas.
2.-Personas Alienadas
Son aquellas que
sustituyen la realidad vivida por el argumento, discurso o relato de
las personas alienantes.
3.-Personas con
Psicosis (que no psicóticas)
Son aquellas personas
alienadas que sustituyen la realidad por una fantasía, con la
consecuente pérdida temporal o permanente de contacto con la
realidad objetiva (Principio de Realidad). Estas personas pueden
exhibir cambios de personalidad, cambios de conducta social, etc.
y, 4.-Personas con
Delirio
Son aquellas personas
alienadas que viven con una profunda convicción de una creencia a
pesar de que la evidencia demuestra lo contrario, a las que podríamos
catalogar como fundamentalistas de la causa.
Si bien el grupo de las
Personas Alienantes son los actores políticos y sociales de primera
división, y las Personas Alienadas su círculo orbital más cercano
que por intereses económico-políticos se hacen adeptos al nuevo
régimen (los nuevos reconvertidos independentistas de generación
2.0), frente a las Personas con Delirio (grupo minoritario que
siempre ha existido en el núcleo duro del independentismo republicano
catalán, de pesadas mochilas emocionales histórico-familiares a sus
espaldas), el grueso de la alienación social está en las Personas
con Psicosis que si bien se han creído la idea de la Arcadia épica
catalana en sustitución de la realidad -en gran medida por una falta
de cultura general, por no denominarlo analfabetismo político,
jurídico y económico- son susceptibles de despertar de su estado de
alienación o zombificación por medio de la catarsis natural del
propio Principio de Realidad, es decir, de la fuerza de la evidencia
de los acontecimientos.
Toda alienación
colectiva (fruto de la suma de enajenaciones individuales) es
negativa, ya que supone la pérdida de las facultades de razonamiento
crítico de las personas para convertirse en una mente colmena,
tierra de cultivo para cualquier tipo de organización social fuera
de la ortodoxia de una Democracia moderna europea. Y si algo
caracteriza la Democracia es que está fundamentada por el
pensamiento lógico-crítico. No en vano, fueron filósofos, los
maestros de la Lógica y de la Razón crítica, quienes la
concibieron. Fiat Lux!
Nota: Este y otros artículos de reflexión se pueden encontrar recopilados en el glosario de términos del Vademécum del ser humano