miércoles, 29 de marzo de 2017

Las 5 Máximas que hemos aprendido tras una década de crisis económica

Ya hace diez años de los primeros brotes de la crisis económica que aún estamos padeciendo en la actualidad. Recuerdo, como si fuera hoy, cómo desde mi despacho de una de las empresas del grupo que dirigía llegaban a mi mesa informes de la evolución económica del país elaborados por los expertos gabinetes de estudios de las más reputadas entidades financieras, a su vez que en las tertulias mediáticas nadie se atrevía a pronunciar la palabra maldita. No obstante, los unos más conscientes que los otros, camuflaban la realidad de la situación bien para no generar un estado de pánico social y así ganar el tiempo suficiente para poner a salvo los muebles, bien a la espera del efecto milagro de una tempestad de verano que nunca pasó.

Pero de eso ya hace diez largos años. Largos porque, aunque el tiempo es relativo por ser subjetivo, toda travesía del desierto se hace larga. La pregunta a estas alturas de la nueva realidad que generó el cataclismo del 2007 ya no es el ¿por qué? -ampliamente reflexionado-, sino el ¿qué hemos aprendido a lo largo de esta crisis?. Extrayamos, desde la perspectiva analítica que nos ofrece el largo periodo de estudio, las máximas del aprendizaje:

1.-Toda crisis económica en una economía estructural es inversamente proporcional a su crisis social, mientras que toda crisis en una economía conyuntural es directamente proporcional a su crisis social.

Tal y como podemos observar en la brecha que se ha generado dentro de la UE creando dos bloques de países a velocidades de crecimiento y recuperación diferentes. Es por ello que, aunque España sea la cuarta economía europea en PIB (tras haber abandonado Gran Bretaña el grupo comunitario), su grado de crisis social es muchísimo mayor que el de las tres economías europeas antecesoras mayores (Alemania, Francia e Italia) al ser España una economía conyuntural (es decir, no industrial y sí de servicios: turística e inmobiliaria, principalmente).

2.-Toda crisis económico-social de larga duración en una economía coyuntural como la española destruye su principal activo como país: la clase media trabajadora.

Las crisis económicas son sinónimo de destrucción de puestos de trabajo, lo que conlleva a la caída de la capacidad de consumo interno nacional, que repercute de manera directa en el tejido productivo del tercer sector (servicios), con independencia de si estos servicios son sanitarios, educativos, de reparación de automóviles, de comercio de vinos o de cualquier otra naturaleza. Estado que se ve agravado por el cierre de la fuente de financiación a las pymes (90% del tejido productivo español eran pymes antes de la crisis) por parte de las entidades financieras, dejando a la clase trabajadora autónoma sin capacidad de financiación ni de consumo, pero sí con un alto nivel de endeudamiento al que solo pueden hacer frente durante un tiempo limitado mediante el agotamiento de recursos propios (efecto ahogo como si de un estado de sitiamiento se tratase). Así pues, sin trabajo no hay capacidad para que la clase media española que vive de sus rentas del trabajo (salario propio derivado de su actividad profesional) pueda subsistir, en un momento en que la clase media española es la mayor preparada cultural y técnicamente de la historia del país, frente a la minoria clase social alta que puede continuar viviendo óptimamente en un estado de crisis económica gracias a sus rentas de patrimonio, generando una brecha social importante entre ricos y pobres.

3.-Toda crisis económico-social que destruye su clase media trabajadora se ve abocada hacia un populismo frenado inicialmente por la resistencia del Estado de Bienestar Social

La capacidad de aguante de una clase social media trabajadora que aunque quiera no puede sobrevivir por sí misma en una crisis económica de larga duración (rentas del trabajo precarias, en el caso que las haya), tiene sus limites. Y desde la penuria de la carencia, y en algunos segmentos más desfavorecidos de la población incluso de la exclusion social en progresiva expansión, las tendencias de corte populista -nacionalistas y/o segregacionistas-, se ceban, retroalimentan y crecen. Un populismo formal político que comporta un contenido clara y contundentemente de revolución económica. Un populismo que en España encuentra aún hoy en día su freno expansivo en la resistencia de los propios pilares del Estado de Bienestar Social (creado en antaño gracias a la clase media trabajadora): véase el sistema gratuito sanitario, el sistema gratuito educativo, o la economía de escala doméstica creada a partir de las prestaciones por jubilación de los más mayores que dan cobertura de vivienda y alimentación a gran parte de sus familiares (población activa) en estado de desempleo. Una resistencia del Estado de Bienestar Social frente al populismo que encuentra su peor enemigo en el tiempo de duración de la propia crisis.


4.-La crisis económico-social española no tiene su solución en la panacea de la UE, sino en la recuperación de nuestra clase media trabajadora.

En un contexto de crisis económica global, agudizada en nuestro país por una economía coyuntural, resultaba lógico en un principio buscar soluciones económicas de ámbito global, en nuestro caso dentro de la fuerza de acción de la zona Euro como estrategia común frente al resto de un mundo donde la economía está interelacionada y es de naturaleza internacional (como efecto de las ingenierías financieras de los bancos y el monopolio de servicios y productos de las multinacionales desde mitad del siglo XX). Una estrategia que derivó en la cesión de la soberanía nacional económica de los países miembros de la UE en beneficio de un frente común bajo una misma acción política. Una estrategia a día de hoy fallida a todas luces, que se ha cobrado como víctima al propio proyecto de la UE que en la actualidad está bajo revisión de sus miembros y sin saber hacia dónde va, ni cual es su futuro a corto plazo (Una caja de pandora abierta por el Brexit y alentada por una visión económica etnocentrista alemana). Frente a esta situación, la UE ha dejado de ser la panacea como solución a los problemas económicos de España, por lo que la opción más inteligente pasa por centrar nuestros esfuerzos -de manera activa y decidida, y sin contar con el desazón de los designios de la economía internacional (en nuestra jerga: dormirse en los laureles a la espera que todo pase)- en recuperar nuestra clase media trabajadora, la única solución viable para reactivar nuestra economía productiva y, de paso, frenar tendencias de corte populista. Nuestra clase social media trabajadora -que aunque prácticamente ya no exista como tal, aún mantiene su sentido de identidad propio-, está suficientemente capacitada para generar valor añadido como ventaja competitiva empresarial adaptada a un mundo cambiante, a falta que el Estado, mediante los medios al alcance del poder ejecutivo y legislativo (Gobierno y Congreso de los Diputados), le otorguen los instrumentos de trabajo necesarios para su buen desarrollo (comenzando por replantear la figura del autónomo a nivel impositivo y fiscal, y por abrir el grifo de una financiación para reactivar el consumo).

5.-La crisis económica nos ha enseñado que el cambio de paradigma para una economía saludable pasa por la Gestión del Talento para la Innovación y la Competitividad.

Que la crisis económica ha cambiado las reglas del juego económico y por extensión del Mercado, no es ninguna novedad. Y que toda crisis económica a lo largo de la historia de la humanidad debe entederse dentro de su contexto histórico y social, resulta obvio (No es extrapolable el crack del 29, aunque encontremos denominadores comunes o almenos reconocibles). Es por ello que debemos observar el cambio de paradigma económico al que nos ha conducido la actual crisis económica dentro del contexto actual de la denominada Cuarta Revolución Industrial. En este escenario, marcado por un Mercado en constate cambio y evolución que busca rentabilidades inmediatas, la adaptabilidad (que llamamos capacidad competitiva) es la regla dorada. Pero para ser competitivos, para poder adaptarnos a los retos constantes del fluir del Mercado, debemos ser innovadores, y por todos es sabido que no hay innovación sin talento (desarrollo de habilidades y capacidades de las personas) como materia prima. En otras palabras: no existe empresa competitiva sin Innovación, ni Innovación sin Talento. Tanto es así que una de las caracteríticas más valoradas y que definen la Cuarta Reolución Industrial en la que nos hayamos inmersos es, justamente, la Gestión del Talento como motor de la Innovación para la generación de empresas Competitivas. Y si algo caracteriza a la fuerza productiva española es precisamente su naturaleza talentosa, otra cosa bien diferente es nuestra falta de cultura (pública y privada) en la promoción de la Gestión del Talento, que no es más que gestionar de manera inteligente y adecuada las capacidades y habilidades de nuestro activo humano para crear valor añadido a nuestras empresas y, por extensión, a nuestra economía y al conjunto de la sociedad. O implantamos la Gestión del Talento en nuestra economía productiva, o nos condenamos al ostrocismo económico (y por ende, social) en un Mercado de competencia global donde las economías emergentes (E7) relevarán en menos de cinco décadas a las potencias económicas actuales (G7) por su fuerza innovadora y adaptable a los nuevos tiempos.

PD: Para quién esté interesado en una herramienta de gestión empresarial clave para la innovación y la competitividad, de fácil e inmediata aplicación para sus empresas, recomiendo el método Business Model of Talent, del cual soy autor.


viernes, 3 de marzo de 2017

Conoce la fórmula de la Innovación: I=PIx(EI+PPI)

La Innovación es el motor del desarrollo y el empuje hacia la competitividad y excelencia en todos los sectores productivos, en un mercado globalizado y muy competitivo. De hecho, aquellas empresas que no consigan diferenciarse de sus competidores, perderán clientes y se verán muy cerca del fracaso, una máxima hecha norma básica en nuestros tiempos. Cuando hablamos de integrar una estrategia de Innovación en las empresas, es ampliamente conocido que nos referimos a la ejecución de una idea verdaderamente inspiradora y que describirá un estado futuro deseable para la empresa; que la idea debe ser ambiciosa en términos de que proporcione las bases para alejarnos de la competencia, vencer a la competencia y crear nuevos espacios; que el proceso de elaboración tiene que ser abierto; que su concepto y ejecución deben ser adecuados para el tiempo y contexto en que se desarrolla, pero que a su vez debe ser adaptable y capaz de evolucionar con el tiempo; que necesita de un buen enfoque y ser realista acerca de cuántas y qué tipo de iniciativas de innovación una empresa puede manejar al mismo tiempo; y que requiere de una óptima gestión de liderazgo y un adecuado ambiente de desarrollo (que no tiene por qué ser dentro de la misma empresa madre). Todo esto lo conocemos, pero ¿sabemos cuál es la fórmula de la Innovación?.

En ocasión de la solicitud que me hizo una escuela de negocios universitaria hace unas semanas para desarrollar la materia de un módulo formativo sobre “Identification of Innovation Challenges (Innovation Strategy)” como parte de un Master International Business Innovation (MIBI), se me despertó la necesidad de conceptualizar la competencia de la Innovación en una fórmula que sintetizase los componentes fundamentales de su nomenclatura, a modo de resumen pedagógico del conjunto de la materia (Toda excusa es buena a la hora de ampliar y desarrollar la apasionante aventura de “Las Fórmulas de la Vida”, que recopila formulaciones de las unidades independientes de conocimiento del Desarrollo Competencial). Veamos, sin más preámbulos, de una manera sencilla, sintética y práctica, la fórmula de la Innovación, con independencia si la Innovación es de naturaleza Radical o Disruptiva o Incremental:

I=PIx(EI+PPI)

La Innovación (I) es igual al producto de las Personas Innovadoras (PI) por la suma de los factores del Entorno Innovador (EI) y los Procesos Productivos Innovadores (PPI).

1.-Personas Innovadoras (PI)

Está claro que no hay Innovación sin Personas Innovadoras. De hecho, la Innovación como gestión de habilidades del Talento es un factor clave que marca la diferencia entre las empresas, incluso más que el factor tecnológico, pues la tecnología por sí misma no es una ventaja competitiva, ya que son las habilidades personales innovadoras quienes la hacen competitiva.

Para definir las características de las Personas Innovadoras, nada mejor que basarnos de carácter general -y de manera redefinida-, en los principios básicos que expone Idris Mootee en su libro Design Thiking sobre innovación estratégica:

1.1.-Están orientadas a la acción:
Aplican un enfoque de actuar para aprender de manera interdisciplinaria frente la resolución de problemas. Toman en cuenta diversos intereses y capacidades por medio de experiencias cognoscitivas prácticas y aplicadas entre los diferentes miembros de un grupo.

1.2.-Están a gusto con el cambio:
Son disruptivas y provocadoras por naturaleza, porque fomentan nuevas maneras de abordar los problemas. Las Personas Innovadoras se salen de los roles convencionales y huyen de los dogmas existentes, para analizar nuevas metodologías para resolver problemas.

1.3.-Son antropocéntricas:
Siempre se centran en las necesidades del cliente o del usuario final, incluyendo las inexpresadas, insatisfechas y desconocidas. Para ello, emplean diversas técnicas de investigación basadas en la observación y la escucha, para informarse sistemáticamente sobre las necesidades, tareas, pasos e hitos del proceso.

1.4.-Integran la previsión:
Imaginan de forma anticipada y disciplinada el futuro. Con previsión afrontan el futuro con incógnitas, y esperan afrontar una información insuficiente durante el proceso de descubrir y crear un resultado tangible.

1.5.-Utilizan un proceso constructivo dinámico:
Son iterativos. Exigen una definición, redefinición, representación, evaluación y visualización constantes. Participan de una experiencia cognoscitiva constante, que surge de la necesidad de obtener y aplicar nuevas percepciones a los objetivos cambiantes. Por este motivo, la definición de prototipos, la creación de artefactos tangibles y compartibles, se convierte en un elemento importante del conjunto de instrumentos de las Personas Innovadoras.

1.6.-Fomentan la empatía:
Colocan al usuario en el centro de todo. Fomentan el uso de instrumentos que les ayuden a comunicarse con las personas, con objeto de comprender mejor sus conductas, expectativas, valores, motivaciones y las necesidades que les impulsan y que mejorarán sus vidas. Usan esta información para desarrollar nuevos conocimientos por medio del aprendizaje y la experimentación creativa.

1.7.-Reducen los riesgos:
Tanto si se trata del desarrollo y el lanzamiento de un nuevo producto como de un servicio, aprenden de los pequeños fracasos inteligentes para crear futuros beneficios. Reducen los riesgos al tener en cuenta todos los factores presentes en el ecosistema de desarrollo, incluyendo la tecnología, el mercado, la competencia, los clientes y la cadena de proveedores.

1.8.-Pueden crear significado:
Las Personas Innovadoras captan y expresan la información necesaria para formar y socializar el significado mediante diversos medios de comunicación. Llegar a este punto les requiere su tiempo, y los van forjando por medio de las múltiples interaciones y conversaciones.

1.9.-Pueden llevar la creatividad empresarial al siguiente nivel:
Fomentan una cultura que valora los cuestionamientos, inspiran la reflexión frecuente mientras se actúa, celebran la creatividad, aceptan la ambigüedad y crean significado visual por medio de interacciones con visualizaciones, objetos físicos y personas.

1.10.-Representan la nueva lógica competitiva de la estrategia empresarial:
Permiten a las compañías crear nuevos productos, experiencias, procesos y modelos de negocio que trascienden lo que meramente funciona. Los convierten en productos deseables, lo cual constituye una ventaja competitiva realmente sostenible por medio de la innovación.

En este punto recomiendo las lecturas de las fórmulas del Pensamiento Computacional, la Creatividad, la Motivación, el Liderazgo y la Inteligencia Emocional recogidas en “Las Fórmulas de la Vida”.


2.-Entorno Innovador (EI)

Tan importante como las Personas Innovadoras es el Entorno Innovador adecuado donde se desarrollan. Dicho Entorno Innovador debe tener en cuenta diferentes aspectos, uno de los más importantes es la estrategia de Innovación, encargada de marcar el rumbo de los esfuerzos de Innovación. Esta deberá estar alineada con la estrategia del negocio, pues ya lo decía Séneca: “si no sabes hacia donde se dirige tu barco, ningún viento te será favorable”.

Un Entorno Innovador se caracterizan por 8 factores claves:

2.1.-Motivación definida
Cuando una empresa inicia o refuerza su apuesta por la Innovación, lo que está haciendo no es otra cosa que generar cambios (que, como todos sabemos, generan resistencias). Por lo tanto, antes que nada, la empresa debe tener claro cuál es la razón que la impulsa a innovar. Las motivaciones para innovar pueden ser varias: dar respuesta a un entorno cambiante, crecer o crear ventajas competitivas, etc. Sean cuales sean las razones, es conveniente hacerlas explícitas.

2.2-Objetivos definidos
Los objetivos de la Innovación tienen que estar al servicio del plan de desarrollo estratégico de la empresa. Hacen referencia al conjunto de metas que una empresa se propone obtener a partir de los esfuerzos destinados a innovar.

2.3.-Definición Interna
Uno de los pasos imprescindibles para la creación de una cultura innovadora es construir un lenguaje común en la empresa en torno al concepto de Innovación. Especialmente, obtener una Definición Interna de Innovación elaborada por personas procedentes de diferentes áreas, y validada por la alta dirección, que deje muy claro que es y que no es Innovación para cada departamento en particular. Dicha definición deberá ser personalizada, clara, concreta y compartida por toda la empresa.

2.4.-Directrices Innovación
Consiste en el establecimiento de una serie de principios que ayudan a comunicar cuáles son los requisitos que tienen que cumplir los proyectos de Innovación para ser considerados y recibir el apoyo de la empresa. Actúan como restricciones y delimitan, por lo tanto, el espacio de Innovación de la empresa.

2.5.-Retos de la Innovación
Sin Retos no hay Innovación posible. Las oportunidades y amenazas (Retos) son la fuente de la Innovación. Por esta razón, es necesario realizar un análisis interno y externo (DAFO) de los distintos aspectos que han de conducir a establecer una estrategia de Innovación. Uno de los más importantes es definir dónde innovará la empresa.

2.6.-Vectores de la Innovación
Una vez identificado los Retos, se tendrá que decidir cuáles atacar. Es evidente que no se podrán atacar todos. La estrategia implica tomar decisiones, lo que incluye también hacer renuncias, puesto que la Innovación requiere de un elevado grado de enfoque. Dicho enfoque son los Vectores de Innovación, los cuales están formados por distintos Retos relacionados, que pueden ser del tipo: por segmentos de clientes, por necesidades y problemas de clientes, por tecnologías, por productos y servicios, por capacidades y recursos, por geografías, o por modelos de ingresos.

2.7.-Niveles y Riesgos
Los Entornos Innovadores buscan un equilibrio entre proyectos con distintos Niveles de Innovación y, en consecuencia, distintos grados de Riesgo de Innovación. Y, al mismo tiempo, satisfacer los objetivos de ventas a corto plazo sin poner en peligro el crecimiento futuro para sostenibilidad de la empresa.

2.8.-Oportunidades del Entorno
Un Entorno Innovador, a su vez, tiene en cuenta las Oportunidades del Entorno en el que se focaliza, ya sea por criterios de oportunidad de sostenibilidad medioambiental, oportunidad demográfica, oportunidad tecnológica, etc.


3.-Procesos Productivos Innovadores (PPI)

Pero, en definitiva, son los Procesos Productivos Innovadores quienes materializan con éxito las expectativas generadas por las Personas Innovadoras en un Entorno Innovador adecuado, pues sin una metodología y recursos óptimos (Innovación Frugal a parte), no se puede asegurar el éxito del proyecto innovador.

Los Procesos Productivos Innovadores se caracterizan por 4 factores claves:

3.1.-Detectores de Innovación
Tan importante como innovar es buscar fuentes de inspiración para encontrar e identificar nuevas oportunidades de Innovación. Algunas de las herramientas y metodologías de los Detectores de Innovación, las cuales son complementarias entre sí, son:

-Identificar y clasificar tendencias: Los cambios sociales, demográficos o tecnológicos acostumbran a crear oportunidades de innovación. Especialmente cuando se busca en sus intersecciones.

-Explorar múltiples futuros: Imaginar diferentes escenarios de futuros, y las implicaciones que se derivarían de cada uno de ellos.

-Equipo de exploradores: Crear un equipo de personas que sea responsable de identificar nuevas oportunidades.

-Trabajar con usuarios activos: Los usuarios con necesidades más extremas o avanzadas, llamados “lead users”, pueden ser una fuente de inspiración para descubrir soluciones que en el futuro puedan satisfacer a un número mayor de usuarios.

-Inmersión profunda: Utilizar técnicas, como la etnografía, para comprender el comportamiento de los clientes y lo que desean, en lugar de preguntarles que hacen y que quieren.

-Experimentar y aprender: Pasar a la acción para aprender de primera mano, a través de la construcción de prototipos de baja resolución, en lugar de dedicar demasiado tiempo a analizar y planificar.

-Concursos de ideas: Fomentar la participación activa de los miembros de la organización a partir de la convocatoria de concursos en los que se pidan ideas o áreas de oportunidad.

-Movilizar actores externos: Organizar talleres con personas externas a la empresa, como por ejemplo proveedores, clientes o expertos en una temática concreta.

-Conectar sectores: Desarrollar mecanismos para adaptar elementos de otros sectores al sector en el que opera la empresa.

-Talleres de generación de oportunidades: Utilizar técnicas creativas para generar nuevas oportunidades de crecimiento.

-Intraemprendedores: Permitir que personas que tienen interés en proyectos específicos, puedan dedicar una parte de su tiempo a desarrollarlos hasta que se decida si es conveniente que se transformen en proyectos formales de Innovación.

-Diversidad: Establecer políticas de contratación basadas en buscar la máxima diversidad, de modo que se disponga de puntos de vista muy distintos dentro de la propia organización.

-Innovación abierta: Incorporar estrategias de Innovación abierta en la fase de identificación de oportunidades, un ejemplo sería cooperar con start-ups, escuelas de negocio o universidades.

-Importar innovación: Importar y adaptar innovaciones lanzadas por empresas pequeñas en mercados lejanos a aquellos en los que está presente la empresa. Para hacerlo es conveniente establecer mecanismos de inteligencia competitiva.

-Utilizar las redes sociales: Crear comunidades online de personas que compartan intereses relacionados con las diferentes áreas que la empresa desea explorar.

3.2.-Metodología de Innovación
Una vez que se han implementado los Detectores de Innovación, la Innovación como Proceso Productivo sólo tiene lógica de ser cuando mejora el desempeño de un negocio en aspectos que están alineados con su estrategia empresarial. De hecho, esta congruencia es esencial para lograr el cambio radical en la empresa, por lo que se requiere de una metodología de trabajo bien definida.

La metodología de los Procesos Productivos Innovadores contempla los siguientes pasos:

-Establecimiento de la visión de negocio.
-Establecimiento de políticas y valores.
-Identificación de objetivos.
-Selección de procesos para innovar.
-Identificación de agentes de cambio.
-Desarrollo de una visión de proceso.
-Entendimiento de los procesos existentes.
-Desarrollo e implantación de los nuevos procesos.

3.3.-Fuentes de Innovación Técnica
No obstante, para aplicar cualquier tipo de Metodología se requieren de recursos, tanto técnicos como humanos. Las Fuentes de Innovación Técnica comprenden los nuevos productos y procesos y los cambios significativos, desde el punto de vista tecnológico, en productos y procesos, que permiten ejecutar los Procesos Productivos Innovadores en el siglo XXI y que sin las mismas no se concibe hoy en día la Innovación empresarial. Así, dichas fuentes de recursos permiten:

-Introducir nuevos o mejorados productos en el mercado.
-Introducir nuevos o mejorados servicios.
-Implantar nuevos o mejorados procesos productivos o procedimientos.
-Introducir y validar nuevas o mejoradas técnicas de gerencia y sistemas organizacionales que se aplican en fábricas y empresas.

3.4.-Fuentes de Recursos Humanos
Por su lado, las Fuentes de Recursos Humanos es el activo intangible de toda empresa que crea Innovación a través de la Gestión del Talento. Pues a día de hoy, y parafraseando a Einstein, las personas son las que imaginan y movilizan el conocimiento: “(...) la creatividad genera las ideas, la invención construye con ellas un prototipo, la innovación lo lleva a la práctica”. Es la Innovación quien hace competitivas las empresas, pero son las personas quienes generan la Innovación. Una materia que desarrolla la Gestión del Talento, pues el talento humano es un enfoque estratégico innovador de dirección cuyo objetivo es obtener la máxima creación de valor para la empresa, a través de un conjunto de acciones dirigidas a disponer conocimientos, capacidades y habilidades necesarios para ser una empresa competitiva. En este punto, recomiendo el Business Model of Talent, como instrumento de gestión empresarial clave para la innovación y la competitividad.


N.A.: Este artículo forma parte de la serie de “Las Fórmulas de la Vidaque tienen como objetivo conceptualizar las unidades nucleares de conocimiento independientes sobre las que se construye la materia del Desarrollo Competencial, para de este modo -como si se tratasen de piezas de lego- poder configurar a medida la estructura didáctica para cualquier caso teórico o práctico del Management.