El deseo de mejorar es innato a
cualquier especie viva, pues forma parte del adn de la evolución. En
nuestro caso, deseamos mejorar frente a una situación que nos
desagrada (de rabiosa actualidad por los fracasos personales y
profesionales derivados de la crisis socio-económica) o, incluso,
frente a una situación que nos puede llegar a generar apatía con
independencia de si partimos de un espacio de confort (como pueda ser
el caso de una persona adinerada que busca nuevos alicientes
vitales). No obstante, en ambos extremos de motivaciones posibles, el
deseo por mejorar requiere de una actitud activa por nuestra parte.
Veamos a continuación, de manera
sintética y práctica, los elementos que conforman la formulación
de la Gestión para Mejorar:
GM=(A/A)M
La Gestión para Mejorar (GM) es igual
a la Acción (A) dividida por el Aprendizaje (A), multiplicado por el
producto de la Motivación (M).
1.-Acción (A)
Toda Acción no es más que la
materialización de una intencionalidad previa, la cual conlleva
cuatro fases de desarrollo claves:
I.-Propósito, que no es más que
marcar el objetivo que deseamos alcanzar en nuestro anhelo por
mejorar una situación.
II.-Planificación, que es la
estrategia que nos marcamos en el mundo real para alcanzar dicho
propósito, idea u objetivo.
III.-Persistencia, que es la constancia
que permite a la acción ser sostenible en el tiempo hasta alcanzar
su objetivo.
y, IV.-Flexibilidad, que es la actitud
necesaria e imprescindible para adaptar y corregir con inteligencia
nuestra acción a lo largo del proceso que nos ocupa.
Una Acción que, en su práctica, se
convierte en una experiencia personal; sabedores que toda experiencia
es de naturaleza bipolar, donde éxito y fracaso, en una fuerza
constante entre opuestos -como un motor de dos tiempos-, generan el
movimiento de la propia Acción. Pero movimiento no es per se igual a desarrollo, pues esta necesita de una actitud de aprendizaje.
Así pues, para poder mejorar se necesita de una relación estrecha y
codependiente entre la Acción y el Aprendizaje derivado de la misma.
2.-Aprendizaje (A)
Aprender no es más que experimentar
(I) mediante un tipo de conocimiento
(II) concreto, dando como resultado la oportunidad de crear un
nuevo yo, o lo que es lo mismo, de reinventarnos
(III). Es por ello, que en un Aprendizaje activo que nos
conduzca a la Mejora de nosotros mismos realizamos un proceso, que
podemos rentabilizar si lo hacemos de manera consciente, de triple
gestión personal:
I.-Gestión del Fracaso, pues el
fracaso no es más que una experiencia de aprendizaje -en un mundo
altamente impermanente- que nos ilumina el sendero haca el éxito,
sabedores que no hay éxitos sin fracasos previos, y que en toda
gestión del fracaso hay dos factores claves:
a.-Aceptación, de la realidad
fracasada. Pues sin aceptación no hay desapego, y sin esta no existe
posibilidad de reinventarnos, que es lo mismo que continuar hacia
delante.
i, b.-Tiempo, para gestionar
emocionalmente la experiencia de aprendizaje del fracaso y poder
volver a vislumbrar nuevos horizontes.
En este punto, recomiendo la lectura de
la Fórmula de Gestión del Fracaso dentro de la serie de artículos
de “Las Fórmulas de la Vida”, así como la revisión de mi obra
“El Poder Transformador del Fracaso”, Ed. Silva, 2011; o la
visualización de la conferencia sobre la materia impartida en la
Universidad de Barcelona en 2014.
II.-Gestión del Conocimiento,
pues el conocimiento no es más que una información aprehendida
puesta a la práctica, que mediante su experimentación nos
posibilita el aprendizaje. Un aprendizaje, que desde el enfoque del
conocimiento, cuenta con tres factores claves:
a.-Orientación, de hacia dónde
debemos ir y buscar. En este sentido es importante en la Gestión
para Mejorar el dejarnos orientar por el conocimiento de
especialistas, pues nadie nace aprendido y es una manera inteligente
de reducir esfuerzos y tiempo.
b.-Análisis, de la multiplicidad de
información recabada que mejor se ajuste a nuestras necesidades y
propósito, con el objetivo de ser lo más pragmáticos posibles y de
realizar acciones efectivas en nuestro camino hacia la Mejora.
i,c.-Adaptabilidad, que no es más que
la capacidad de amoldar el conocimiento a nuestra vida diaria de
manera práctica y con una clara intencionalidad de Mejora.
En este punto, recomiendo la lectura de
la Fórmula de Gestión del Conocimiento dentro de la serie de
artículos de “Las Fórmulas de la Vida”.
i, III.-Gestión de Reinventarse,
pues el fin último de aprender no es otro que reinventarnos
continuamente -en una mejor, renovada y actualizada versión de
nosotros mismos-, en la búsqueda de la Mejora anhelada. Una
capacidad de Reinvertarse desde el Aprendizaje, que tiene tres
factores claves a destacar en su proceso de gestión:
a.-Mejorar las Competencias, pues la
actualización, refuerzo y/o integración de nuevas aptitudes
derivadas de la Gestión del Conocimiento es imprescindible para
reinventarnos en un mundo en continuo cambio y trasformación.
b.-Relaciones Sociales, pues en un
mundo social las oportunidades que nos conducen a la Mejora no vienen
caídas del cielo, sino vehiculadas a través de personas que nos las
ofrecen, o de circunstancias brindadas gracias a la entrada de
terceros.
i, c.-Movilidad, pues no hay
reinvención sin una acción activa y consciente de movernos -ya sea
mental, social, profesional o geográficamente- hacia el propósito
de la Mejora. Lo contrario es estancamiento.
En este punto, recomiendo la lectura de
la Fórmula para Reinventarse dentro de la serie de artículos de
“Las Fórmulas de la Vida”, así como la revisión de mi obra
“Cómo Reinventarse en Tiempos de Cambio (y sin dinero)”, Ed.
Supérate, 2014.
3.-Motivación (M)
Asimismo, todos sabemos que nadie desea
mejorar sin una motivación previa. La motivación es el impulso
básico, la fuerza motriz que nos induce a querer transcender nuestra
realidad conocida en busca de un estadio superior y, conceptualmente,
mejor. Una motivación donde la Seguridad, el Reconocimiento, la
Autorealización o la Felicidad son factores claves intrínsecos. En
este punto no me extenderé, recomendando la lectura de la Fórmula
de la Motivación dentro de la serie de artículos de “Las Fórmulas de la Vida”.
En un esfuerzo de sintetizar la
nomenclatura propia de la fórmula de Gestión para Mejorar, espero
que la misma ilumine el sendero de aquellas personas que desean
mejorarse en cualquier aspecto de sus vidas, conscientes que en la
Gestión para Mejorar el 70 por ciento son actitudes, frente al 30
por ciento que son aptitudes. Fiat Lux!