Hay muchas definiciones de un
buen líder, las cuales se asocian de manera intrínseca al concepto
de liderazgo (lo contrarío se asemeja más a la tiranía, propio de
los mediocres y los inmaduros emocionalmente). Personalmente, entre
las cientos de definiciones sobre liderazgo, me decanto por la del
empresario y escritor norteamericano Jack Welch, elegido Ejecutivo
del siglo XX, quien afirmó que: “si tus acciones inspiran a otros
a soñar más, aprender más, hacer más y a ser mejores, eres un
líder”. Pero definiciones a parte, todos tenemos claro que los
beneficios de un buen liderazgo repercuten en el conjunto de un
colectivo, ya sea social o empresarial.
Veamos, pues, de manera
sencilla, sintética y práctica, cuáles son los componentes que
conforman la fórmula del Liderazgo:
L=[(AM + IE)(P+ x M)/E]BC
El Liderazgo (L) es igual a la
suma de productos de la Autoridad Moral (AM) por la Inteligencia
Emocional (IE) multiplicado por el Pensamiento Positivo (P+) y la
Motivación (M), dividido por el factor de la Estrategia (E), elevado
al valor del Bien Común (BC).
1.-Autoridad Moral (AM)
Si algo caracteriza a un líder
es, justamente, su Autoridad Moral, que es aquella conducta que le
otorga credibilidad dentro de un colectivo determinado. Una conducta
que se manifiesta mediante cuatro actitudes clave:
I.-Coherencia, entre el hacer y
el ser, y que es el resultado de una práctica efectiva de unos
valores;
II.-Responsabilidad, que deviene
de una conducta coherente al ser fiel a dichos valores;
III.-Honestidad, que no es más
que la buena praxis de la responsabilidad;
y IV.-Confianza, que es la suma
resultante del cómputo entre coherencia, responsabilidad y
honestidad.
2.-Inteligencia Emocional
(IE)
Pero no hay líder, por mucha
Autoridad Moral que tenga, si no es capaz de percibir, asimilar,
comprender y regular las propias emociones y la de los demás, pues
no está solo sino que su función es la de guiar a un grupo.
Cualidades que conocemos hoy en día como Inteligencia Emocional, y
que se despliegan en tres habilidades de gestión emocional
fundamentales:
I.-Empatía,
que es la capacidad que tiene el líder para conectarse con otra u
otras personas y saber responder adecuadamente a las necesidades de
éstos, a saber compartir sus sentimientos e ideas de tal manera que
logra un bienestar compartido;
II.-Asertividad,
que es la capacidad que tiene todo líder para transmitir a otros sus
posturas y opiniones de manera eficaz y sin sentirse incómodo,
mostrándose hábil en el momento de comunicar sus ideas, de tomar
una decisión y de relacionarse con los demás;
y,
III.-Resilencia, que es la capacidad que tiene el líder -muy
vinculada a la autoestima- de recuperarse frente a la adversidad para
seguir proyectando un futuro compartido con su grupo.
Una
triada de habilidades que conllevan en sí mismas comunicación y
humanidad.
3.-Pensamiento
Positivo (P+)
Pero
no solo de una buena gestión emocional se hace el líder, sino
también de una buena gestión mental, donde los pensamientos
positivos como actitud existencial es muy relevante (lo contrario
generaría un ambiente tóxico y perjudicial para el grupo que
lidera). Sobre pensamientos positivos nos emplazaremos al artículo
“Conoce
la fórmula del Pensamiento Positivo: P+=(P+/S+.CD)LLC”
dentro de la serie de artículos de Las
Fórmulas de la Vida.
No
obstante, en este punto debemos destacar tres cualidades del
pensamiento positivo de todo líder:
I.-Entusiasta,
una actitud refleja de una buena higiene mental que potencia la
audacia;
II.-Mente
Abierta, propio de una persona con una autoestima saludable capaz de
conectar elementos aparentemente inconexos entre sí sin prejuicios
ni estereotipos prefijados;
y
III.-Realista, pues la mente de un líder, aunque positiva, debe
focalizarse en materializar la idea o propósito a conseguir de
manera colectiva en el mundo material.
4.-Motivación
(M)
Un
Pensamiento Positivo del líder que debe proyectarse hacia los
miembros de su grupo, de manera contagiosa, en lo que conocemos como
Motivación. Pues es la Motivación lo que hace posible que un
conjunto de personas trabajen en equipo, bajo la dirección del
líder, para cohesionarse y superarse individualmente y como grupo en
pos de alcanzar un objetivo que lo sienten como común. Siendo la
Motivación, en este caso, un estado de ánimo colectivo que el líder
debe cultivar cada día mediante una adecuada gestión de la
Inteligencia Emocional y la gestión del Pensamiento Positivo con su
grupo.
5.-Estrategia
(E)
Pero
el líder no solo está para enarbolar a su tropa, sino para guiarlos
a la consecución de un objetivo concreto, por lo que requiere de
capacidades de estratega. Una actitud estratégica que conlleva una
decena de habilidades intransferibles e irrenunciables:
I.-Visión,
de lo que quiere conseguir;
II.-Definición
de Objetivos, que le permita concretar la visión;
III.-Organización,
para estructurar y rentabilizar los recursos a su mano que le lleven
a alcanzar los objetivos fijados;
IV.-Flexibilidad,
para adaptarse inteligentemente a los retos que le deparará cada
nuevo paso;
V.-Paciencia,
para armonizarse con los tiempos de ejecución determinados por
factores propios y ajenos;
VI.-Persistencia,
para ser constante en el esfuerzo necesario que requiere conseguir
con éxito todo nuevo proyecto;
VII.-Creatividad,
para resolver óptima e imaginativamente los problemas de ejecución
que se vayan planteando;
VIII.-Coraje,
para tomar las acciones necesarias, imprescindibles e ineludibles en
cada momento;
IX.-Resolución,
para cerrar con éxito las diversas fases de ejecución que conlleve
el proyecto;
y
X.-Guía, para indicar a todos y cada uno de los miembros de su grupo
los movimientos estratégicos a seguir en el transcurso de la
aventura.
6.-Bien
Común (BC)
Una
Estrategia con la que, al fin y al cabo, más allá del objetivo
concreto a lograr, el líder siempe busca un Bien Colectivo (que es
la suma de los bienes individuales) para los miembros de su grupo
liderado. En este sentido -y en este contexto-, podemos decir que el
Bien Común en un proceso de liderazgo no es más que la relación
existente entre la totalidad de esfuerzos individuales y los niveles
óptimos de calidad de vida obtenidos por éstos; ya sean en modo
retributivo, de prestigio social, o de bienestar emocional y/o
espiritual, según cual sea el leitmotiv
del liderazgo. (Para el factor del Bien Común de liderazgos en el
ámbito empresarial, recomiendo la lectura del artículo “La empresa es Sostenible, Nutritiva y Comunitaria, o no es empresa” de
mi obra abierta “Vademécum del Ser Humano”).
Esperando
que esta síntesis del concepto de liderazgo bajo la nomenclatura de
la presente fórmula sirva para reivindicar la figura de los líderes
verdaderos, he aquí los factores claves de todo buen líder para
chequear nuestro entorno más inmediato y desenmascarar a los falsos
líderes que no buscan más beneficio que el propio, obstaculizando
así el buen desarrollo de nuestras sociedades y de sus miembros como
personas individuales. Fiat
Lux!