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George Floyd muerto por asfixia, USA 25/5/20 |
No hay que ser un Ulises clásico
para haber percibido de manera directa o indirecta la Deshumanización en el
mundo. Si bien justamente la Deshumanización es el tema principal que se deriva
de la quinta parada del viaje que Ulises, en su intento por regresar a su país
Ítaca tras finalizar la guerra de Troya, realizó en la Isla de los Lestrigones,
pueblo de gigantes antropófagos. Según narra Homero en la Odisea, tan pronto
los gigantes vieron a la tripulación de Ulises se los comieron, llegando a
lanzar rocas y arpones contra sus embarcaciones para cazarlos como a peces,
consiguiendo Ulises escapar con un solo barco por haberlo amarrado fuera de un
puerto que acabó convirtiéndose en una trampa mortal de los caníbales para el
resto de su flota marítima. La Deshumanización, por tanto, se me tercia como el
sexto concepto a analizar, desde un enfoque tanto de la Filosofía Contemporánea
como de la Filosofía Efímera, en éstas Reflexionesfilosóficas del viaje de Ulises, un viaje sea dicho de paso que la Odisea
describe durante diez largos y tormentosos años.
La Deshumanización, como bien
sabemos todos, es un estado o un proceso mediante el cual la persona es despojada
de sus características humanas, teniendo éstas como referente a los valores
universales (ver: Reflexiones del Filósofo Efímero sobre los Valores Universales del Ser Humano), los cuales a su vez se enmarcan dentro de lo que
denominamos Humanismo en términos de filosofía de vida. Por lo que, si el
Humanismo se entiende como la Ética humana en sentido positivo, la
Deshumanización no es más que su polo opuesto, y por tanto al ser ésta diametralmente
contraria pertenece a la Ética humana en sentido totalmente negativo. Y aún más,
si bien a través del Humanismo el hombre puede trascenderse a sí mismo y como
colectividad a su especie en un proceso evolutivo positivo, a través de la
Deshumanización el hombre queda retraído a su primitiva naturaleza animal,
donde los valores universales son sustituidos por los instintos más básicos
propios del mundo salvaje.
Expuesto lo cual, lo interesante
de la presente reflexión es analizar qué tipos de tendencias humanas de la
sociedad contemporánea alejan al hombre de los preceptos humanistas para acercarlo
o imbuirlo en un sistema de referencias claramente deshumanizado. Para ello
debemos afrontar la Deshumanización desde su triple naturaleza estructural:
Causa, Instrumentalización y Efecto.
1.-La Causa de la Deshumanización
Entenderemos Causa como
motivación o razón de ser de la materia de estudio. En este sentido, si
percibimos que la Deshumanización es un proceso de promoción por exaltación de
los instintos básicos animales de los seres humanos, y que por tanto lleva
implícito la anulación de la Razón como principio necesario para la existencia
del Humanismo como manifestación de su polo opuesto, concluiremos que un hombre
carente de Razón es un hombre esencialmente manipulable, no solo por carente de
libre pensamiento sino por asimismo carente de pensamiento crítico, al estar
preso bajo el yugo de los dictámenes de su propio instinto animal. Por lo que
puede afirmarse que un sistema social deshumanizado es un sistema humano susceptible
de ser controlado y dominado por un poder superior. Es decir, la
Deshumanización es un medio eficaz para el control de masas, entendida la masa
como un rebaño de seres animales con predisposición para ser domesticados.
2.-La Instrumentalización de la Deshumanización
Peto, vista la Causa, ¿cómo se
instrumentaliza un sistema de dominación y poder en un contexto social
deshumanizado?. La respuesta es tan simple como terrible: haciendo de la
Deshumanización una filosofía de vida. Un planteamiento que puede parecer
imposible por sus connotaciones distópicas, pero que no por ello es menos real.
En este sentido, no hay que ir lejos para descubrir una filosofía de vida deshumanizada,
tras hacer un rápido barrido de filosofías sociales imperantes por
contemporáneas que reniegan de los principios rectores del Humanismo como Ética
positiva de referencia, como es el caso patente del Capitalismo. De hecho, si ponemos
atención en los dos valores fundamentales por vertebradores del Capitalismo:
egoísmo y desigualdad social, observaremos que son radicalmente contrarios a la
substancia común misma de la que parten el conjunto de los valores universales
propios del Humanismo: solidaridad e igualdad Social, a partir de los cuales
derivan otros valores consustancialmente notables como puedan ser el respeto,
la justicia, la paz, la bondad, la dignidad, la honradez, etc. Pero aún más, el
Capitalismo es una filosofía de vida que antepone el capital como bien superior
a alcanzar por encima de la propia vida humana, la cual queda reducida a un
simple medio productivo. Por lo que es justo definir al Capitalismo como un
sistema necrófago en tanto se sirve de vidas humanas para su subsistencia, sea
dicho de paso para beneficio personal de unos pocos que en su posición de poder
controlan al resto de la masa, siendo aquellas percibidas como improductivas desechadas.
Por otro lado, apuntar que el
mecanismo del Capitalismo para la anulación de la Razón humana en pos de la
exaltación de los instintos básicos animales es fruto de una estrategia tan sencilla
como aterradora por su eficacia: el consumismo sensitivo compulsivo. O dicho en
otras palabras, la filosofía de vida capitalista se sirve de una cultura
hedonista que enajena al conjunto de las personas, reduciéndolas a simples seres
adictos al consumo continuado de experiencias placenteras, cuya satisfacción se
convierte en un fin superior y fundamento del sentido mismo de la vida. Un
consumismo que, de paso, retroalimenta al propio sistema capitalista basado en
la propiedad privada de los medios de producción, en la importancia del capital
como generador de riqueza, y en la distribución de los recursos producidos a
través de los mecanismos de consumo del mercado. Es decir, el Capitalismo se agranda
(o enriquece) con la producción y venta de consumibles de loto bajo múltiples
formas, que la masa ingiere compulsivamente para su autoinducida enajenación
colectiva donde la Razón no tiene lugar de ser (Ver los efectos del consumo del
loto en “El Desvarío, la segunda parada del Ulises Moderno en su viaje personal”).
3.-El Efecto de la Deshumanización
Pero más allá de la Causa y de la
Instrumentalización, también cabe señalar el Efecto de la Deshumanización, el
cual en una sociedad contemporánea de filosofía capitalista en pleno siglo XXI
debemos encontrarlo en la base tecnológica sobre la que se construye dicha
sociedad. En este sentido, no cabe entender la tecnología en sí misma como un
elemento deshumanizador, sino aquel uso que se realiza de ésta en términos
conductuales, materia que afecta a los valores morales como objeto de estudio
de la Ética. Así pues, la tecnología se presenta como Efecto de la
Deshumanización en tanto y cuanto el ser humano se somete voluntariamente a una
“mejora” como especie tanto a nivel físico como intelectualmente mediante la
intervención de la tecnología, bajo los criterios de los valores del Mercado en
términos de productividad. Un proceso progresivo, relativamente lento pero sin
pausa, que busca transformar al ser humano en un transhumano o posthumano [Ver:
El Transhumanismo, el lobo (del Mercado) con piel de cordero y Neurotecnología:el peligro de la pérdida de control sobre la percepción de la realidad]. Y
donde la Ética del nuevo ser humano, ya de por si distorsionada aquella y
enajenado éste por la Instrumentalización de la Deshumanización como hemos
visto anteriormente, queda supeditada inalienablemente a los postulados que
marca el Capitalismo (Ver: La Ética mundial no puede estar en manos de losingenieros informáticos). En éste punto recomiendo diversas reflexiones sobre
el tema, para enriquecimiento del mismo y con el objetivo de no extenderme, en
la sección de Robología/Roboética del Vademécum del Ser Humano.
En resumidas cuentas, podemos
afirmar que la tecnología postindustrial es el Efecto directo derivado de la
Instrumentalización de una sociedad deshumanizada, en la que los valores
humanistas son substituidos de facto
y manipulación tecnológica mediante por valores opuestos inherentes al Capitalismo.
Un éxito completo, como podemos observar, para la empresa de Deshumanización
del ser humano. El cual ya no sabe ni quién es, ni de hecho lo necesita, pues
para ello ya tiene al Big Data para reafirmar su identidad personal en una
relación tan viciada como tóxica (Ver: El “Conócete a ti mismo” lo ejerce el Mercado por nosotros).
Llegados a éste punto, si el
Ulises moderno no quiere acabar devorado por un sistema tan deshumanizado como
antropófago, debe procurarse escapar de su Isla de los Lestrigones particular,
no solo ya por su bien propio sino por el bien del conjunto de la humanidad. El
plan de escape es obvio: en primer lugar cabe prescindir de continuar
consumiendo el tan apetecible fruto del loto, para en segundo lugar, y ya en
pleno uso restituido de las facultades mentales, huir de la trampa necrófaga mediante
la embarcación de la Razón y bajo el auspicio de los vientos revitalizantes del
Humanismo. Solo así, el ser humano puede escapar de la Deshumanización. Y a
partir de aquí, que los Dioses guíen.
Nota: Para artículos de reflexión sobre filosofía contemporánea del autor se puede acceder online a la recopilación del glosario de términos del Vademécum del ser humano