La Felicidad no es un
fin, sino un Medio. Por ello, aquellos que piensan que la felicidad es un fin
buscan alcanzarla a través de medios externos como la riqueza, el estatus
social o el prestigio profesional, con igual resultado que aquel que teniendo
sed intenta saciarse bebiendo agua salada.
La Felicidad no es un
sentimiento, sino un Estado de Consciencia. Por ello, aquellos que piensan que
la felicidad es un sentimiento buscan alcanzarla a través de la exaltación de
todo tipo de placeres sensitivos, con igual resultado que el gato que intenta
atrapar un destello nervioso de luz sobre la pared.
La Felicidad no es
ausencia, sino Presencia. Por ello, aquellos que piensan que la felicidad es ausencia
buscan alcanzarla a través de vivir experiencias que les permita perderse de si
mism@s, con igual resultado que el que pasea por el paraíso con ojos y oídos
tapados
La Felicidad no es
generar expectativas, sino Fluir con la Vida. Por ello, aquellos que piensan
que la felicidad es crearse expectativas buscan alcanzarla a través del diseño
de un elaborado plan estratégico a desarrollar por fases de actuación, con
igual resultado que un coche de juguete autómata que al toparse contra la pared
se queda paralizado en su intento inútil por seguir adelante.
La Felicidad no es un
privilegio, sino un Derecho Natural. Por ello, aquellos que piensan que la
felicidad es un privilegio buscan alcanzarla a través del tortuoso camino de las
obligaciones, la resignación, la culpa, el dolor y el sufrimiento, con igual
resultado que el otorgar el derecho natural a la vida a un pájaro al
enjaularlo.
La Felicidad no es algo
externo, sino Interno. Por ello, aquellos que piensan que la felicidad es algo
externo buscan alcanzarla a través del mundo exterior (sin ser conscientes que
este es un reflejo de su mundo interior), con igual resultado que aquella
persona que desea perder peso sin actuar sobre su propia alimentación.
La Felicidad no es una
casualidad, sino una Actitud. Por ello, aquellos que piensan que la felicidad
es una casualidad buscan alcanzarla a través del azar sin trabajarla en su día
a día, con igual resultado de un enamorado que desea ser correspondido sin
mostrar su amor.
Así pues, ahora que ya
sabes que la Felicidad es un Medio, un Estado de Conciencia, un vivir en
Presencia, un Fluir con la Vida, un Derecho Natural, un mundo Interior y una Actitud
frente a tu día a día, ahora ya sabes que la Felicidad es un verdadero,
poderoso y transformador camino de crecimiento espiritual hacia la sabiduría
personal.
Ya que la Felicidad, en
esencia, eres Tú. Porque Tú eres la esencia de la Felicidad, como el sol es la
esencia de la luz, el pájaro es la esencia de su canto, o la flor es la esencia
de su aroma. Y como toda esencia, Tú, al igual que todos, venimos a este mundo
para mostrar nuestra naturaleza íntima tal y como somos: seres alegres y
felices.
Si estás decidid@ a ser
feliz, ahora ya sabes que tan solo debes ser Tú mism@, sabiendo que no hay más
camino para reencontrarte que desprenderte de todo aquello que cubre, tapa y
distorsiona, e incluso enferma, tu esencia verdadera. Porque, entre tú y yo,
sinceramente, no hay nada inteligente en no ser feliz, que no te engañen
diciéndote lo contrario.
Amig@, si estás decidid@
a ser feliz, respira hondo y abre todos y cada uno de los poros de tu Ser para
que tu esencia auténtica trascienda tu vida, con la misma fuerza poderosa, invisible
y vital del Universo que empuja a la oruga a transformarse en mariposa.
Feliz transformación.
Feliz viaje.
Y Feliz Vida!
Pues tuya es la esencia
de la Felicidad y su Sabiduría.