Ya verás, es muy
fácil. Si has organizado algún tipo de actividad en tu vida, desde
un partido de fútbol a una fiesta de amigos o un acto cultural,
puedes montar fácilmente un negocio, solo es cuestión de conocer
los elementos que necesitas y ponerse a ello.
Para montar un negocio sin
dinero, como si de una receta de cocina se tratase, solo tienes que
seguir cuatro pasos.
Primer Paso:
Define el Producto
1.-Es decir,
pregúntate qué quieres hacer. Para ello debes tener una idea. Es
muy importante que esa idea te guste, pues tu motivación personal es
el secreto para persistir y materializar un proyecto con éxito. Y
justamente esa idea será la que de forma al producto de tu negocio.
2.-Una vez que ya tienes
claro qué quieres ofrecer con tu negocio, ya has definido casi sin
darte cuenta a quién va a ir dirigido. Es decir, qué tipo de
consumidores van a ser tus clientes.
3.-Ahora hay que
preguntarse qué ingredientes necesitas para crear tu producto. ¡Ni
se te ocurra pensar en el dinero!, sólo piensa en los elementos que
necesitas para fabricarlo.
(3.1.) Si
el elemento que necesitas es humano, busca entre tus amistades quién
podría hacerlo, y si no encuentras a nadie conocido con el perfil
que buscas, pues ponte a navegar por Internet y ofrece participar del
proyecto a terceras personas, como quien busca jugadores para
completar un equipo con el que poder jugar a fútbol. Esto los niños
lo saben hacer muy bien: si necesitan de alguien para jugar pues lo
buscan hasta encontrarlo, así de simple, sin más complicaciones. Y
no te preocupes por la búsqueda, ya que hay muchas personas bien
preparadas y con ganas de participar de un proyecto, y además,
aunque no te lo creas, con los mismos gustos y prioridades que los
tuyos. En este caso, es importante que a estas personas recién
conocidas las hagas partícipes del proyecto desde el principio,
colaborando entre todos de la definición del mismo, desde el nombre
del negocio hasta su desarrollo integral, ya que no solo aportarán
su valor añadido personal (dos o más mentes piensan más y mejor
que una sola) sino que se sentirán totalmente implicadas al igual
que tú. Y lo que es más importante: tod@s tendréis la misma idea
de proyecto. ¡Ah!, y a demás con Internet podéis trabajar a
distancia, por muchos kilómetros que os separen, con la misma
efectividad de quien comparte una oficina.
(3.2.) Si,
por el contrario, el elemento que necesitas para crear tu producto es
industrial, pues lo mismo, ponte a buscar por Internet proveedores
que se ajusten a lo que tienes en mente. Si dedicas un poquito de
tiempo a buscar, ¡y sin moverte de casa!, te sorprenderás de
encontrar toda una amplia gama de proveedores interesantes de
servicios y precios variadísimos que te permitirán crear el
producto sin necesidad de que montes ninguna fábrica. ¡Y no, aún
no puedes pensar en dinero!
¡Ah!, y no olvides
que tú eres tu jefe y este es tu proyecto, te lo digo llegada la
hora de determinar con qué tipo de proveedores quieres relacionarte.
Es decir, cuánto más eco-éticos sean tus proveedores, mejores te
sentirás tú, mejor se sentirán tus clientes al comprar tus
productos y mayor beneficio aportarás al planeta.
4.-Y conociendo ya los
elementos que necesitas para crear tu producto, prácticamente
también sin darte cuenta ya sabes cuál es el proceso para crearlo,
es decir, qué pasos debes dar desde que un cliente te pida el
producto hasta su entrega. Como verás, es más una cuestión de
gestionar recursos externos, que de controlar ningún tipo de
producción.
Segundo
Paso: Define la Promoción
5.-Vaya, que pienses
cómo vas a comercializarlo. Aquí lo tienes muuuuuuy fácil también,
ya que no hay mayor departamento comercial que Internet. Y a coste
cero. Pon imaginación y usa las redes sociales para comercializar
tus productos. Ya que en Internet encontrarás desde tus consumidores
finales, la persona de a pié que te comprará directamente el
producto, hasta aquellos proveedores que adquieran tu producto para
venderlo a sus propios clientes, es decir, las tiendas. Y aún más,
con Internet tienes un departamento comercial que llega a todos los
rincones del planeta. ¿Qué más quieres? ¡Si nuestros bisabuelos
levantaran la cabeza se les pondrían los ojos como platos!
6.-¿Qué necesitas
de alguien que entienda de marketing comercial por Internet?, pues
vuelve al punto 3.1. Así de fácil.
7.-Y que no, ni se
te ocurra cargarte con estanterías repletas de producto para
comercializar. Que el tema de la gestión de stocks pasó a la
historia, que eso era una práctica empresarial del siglo XX. Es
decir, que hoy en día, en nuestro siglo, se vende por demanda. Así
que no hay gasto de producción sin compra previa. Y para poder hacer
la producción sin dinero, es decir para poder crear el producto que
vendes, aquí te toca ser hábil con la gestión de compromiso de
pagos y negociar previamente bien con tu/s proveedor/es. No te
preocupes, que con los tiempos que corren todo el mundo está abierto
a colaborar en este punto. Y, si no es el caso, pues a buscar otro
proveedor, que el mundo es muy grande. Ni más ni menos.
Tercer Paso: Define el
Punto de Venta
8.-Es
decir, que definas tu tienda, tu escaparate para exponer y vender el
producto. El sitio desde donde vas a vender, vaya. Como habrás
imaginado, a estas alturas de la película, descartamos totalmente la
idea de un establecimiento físico a pié de calle por sus altísimos
costes, pues la mejor, la mejorísima opción es una tienda online.
Ya verás con qué sorpresas te encontrarás al navegar por Internet
y descubrir que existen tiendas online prácticamente gratuitas (a
partir de 15€ al mes) que puedes personalizártelas y poner
operativas en menos de 10 minutos. Y lo mejor de todo, están hechas
para personas que, como un servidor, no tenemos ni pajotera idea de
informática. Vaya, que son más fáciles de montar que el
desmontable que llevan dentro los huevos kinder.
9.-¿Qué
también necesitas de alguien?. Pues ya sabes, chic@, direct@ al
punto 3.1. Y lo bueno es que aquella persona que entre en el proyecto
como profesional del manejo de las tiendas on line, en el 99,9% de
los casos también será expert@ en marketing por Internet. Así que
ya ves, dos pájaros de un tiro.
Y Cuarto Paso: Define
el Precio
10.-Bueno,
una vez ya sabes lo que quieres vender, lo que necesitas para crear
el producto a vender, y sus pasos para crearlo y comercializarlo,
ahora ya puedes hacerte la cuenta de la vieja para saber cuánto
cuesta y, por ende, cuál va a ser el precio de venta al público que
vas a fijar (coste producto + margen de beneficio).
11.-Si quieres un
par de consejillos más, en este caso respecto a la política de
precios, permíteme que te indique dos cosillas: una, que es obvia,
que marques un precio de salida competitivo, no solo por cuestiones
de cómo está el patio sino también como estrategia de
posicionamiento de marca. Y dos, que apliques un principio de
comercio justo, lo cual representa que el margen de beneficio
comercial de venta debe ir lo más equitativamente repartido a partes
iguales entre el pago destinado al proveedor, el pago destinado a
quienes forméis el negocio y el pago destinado para reinvertirlo en
mejorar el desarrollo del propio negocio. Una política que, desde la
transparencia, te ayudará sin lugar a dudas a afianzar a largo plazo
las relaciones con tus proveedores y entre los propios miembros del
proyecto.
Y dicho esto, que no
es poco, solo toca meterse en la cocina.
Ahora ya no tienes excusa para montar tu propio negocio y apostar
profesionalmente como vía de autorrealización personal, pues nadie
te impone a qué te tienes que dedicar, ni qué tipo de negocio
tienes que montar, ni ya tienes excusa alguna de que no puedes
hacerlo por falta de dinero.
Así que amig@, solo
me falta despedirme con unos apuntillos
extras:
1.-Monta sin dinero tu
propio negocio
2.-Y pásalo bien en el
proceso
3.-Conociendo a nuevos
amigos
4.-En medio de un
ambiente creativo
5.-Trabajando
desde casa, o desde la playa…
6.-Basándote
en las nuevas tecnologías,
7.-¡Y en tus capacidades!
8.-Y ayudando a crear un
mundo más eco-ético.
9.-Y espero que un día de
estos, nos encontremos, y me cuentas.
10.-Mientras
brindamos por otros para que sigan el mismo camino,
pues el mundo es de los
que sueñan y tienen el valor de perseguir sus sueños.